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Thiany Rodríguez
panorama.com.ve
Luis Vicente León, director de Datanálisis dijo que la oposición debe enfrentar al Jefe de Estado “con una propuesta concreta que no mencione el pasado”, expresó.
El presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, asegura que el presidente de la República, Hugo Chávez, se mantiene en las encuestas con un 50% de popularidad y su confianza en 38%.
Asimismo, advierte que sus números podrían caer si su enfermedad se “agrava o se mantiene”.
—El presidente Chávez aseguró que será el candidato para las elecciones de 2012. ¿Cómo cambia el panorama político este anuncio?
—No cambia mucho. Aún no se conocen los detalles de la enfermedad del Presidente y si es grave. Mucha gente duda de su estado de salud; sin embargo, yo le creo. El Presidente está enfermo, pero todo sigue siendo una incertidumbre, pues su regreso a Caracas y su recuperación no nos dice nada. Chávez sí quiere participar en la campaña electoral y lo hará, de eso no hay duda. Él es el candidato por el Psuv a menos de que suceda algo grave y esperamos que no sea así y logré recuperarse. No obstante, al Presidente lo va ayudar mucho, políticamente, una llegada al país en la que se presente como un vencedor ante las adversidades y la muerte. Las enfermedades no generan votos, pero si se vence sí. Hasta ahora ha conseguido solidaridad.
—Se insiste en que la oposición jugó a posición adelantada con el tema de salud del Presidente. ¿Lo cree?
—No lo creo. Por el contrario, la oposición ha sido muy cautelosa con ese tema y pienso que demasiado, aunque al final, y no sé si es por estrategia o porque no está clara de cómo abordar el problema, se ha mostrado respetuosa en algunos términos. Lo único que han pedido es información sobre la enfermedad del Presidente. Tanto los partidos como la Mesa de la Unidad han dicho que el país tiene derecho de saber qué es y cuál es el impacto de la enfermedad de Chávez y allí tienen razón.
2.— ¿Cómo la oposición podrá enfrentarse ante un presidente candidato que es capaz de transformar las debilidades en fortalezas; por ejemplo, la Misión Vivienda?
—Hay una búsqueda en la oposición de trabajo. El gran reto de la oposición a futuro es no dejarse llevar entre ellos mismos por la idea de que cualquier candidato puede ganarle a Chávez, eso no es verdad y es mi opinión. Primero, porque Chávez incluso habiendo perdido terreno contra el pasado sigue siendo lo suficientemente fuerte para ganar las elecciones. La oposición debe tener una propuesta atractiva que convenza a la población y no pueden hablar del pasado, pues Chávez está aquí por el rechazo a las políticas anteriores. Queda la posibilidad de una oferta alternativa hacia adelante, un elemento de renovación y cambio, y eso se logra con acciones como las que tienen por cierto los actuales representantes de la oposición que lideran las encuestas; por ejemplo, Henrique Capriles Radonski en primer lugar, luego Pablo Pérez y Leopoldo López. Ellos tienen en común que son jóvenes y pueden demostrar eficiencia. No los vinculan con el pasado. Buscan una cosa distinta a los que los dinosaurios intentan manipular otra vez en el escenario político, eso es una buena noticia.
—¿Cuánto podría unas primarias lastimar a la Mesa de la Unidad?
—Los procesos de primarias y otro de índole electoral siempre pueden tener algún tipo de desgaste. Hay una cosa obvia: La oposición venezolana no es un grupo homogéneo como el chavista que tiene un sólo líder, un único mensaje, con poco derecho a la disidencia e incluso ellos (oficialistas) no eligieron a su candidato éste se autopostuló y quedó automáticamente nombrado como representante electoral del chavismo. El sector opositor no es igual y no tiene porqué serlo. La democracia no es un sistema de consensos y lo que requiere son las necesarias reglas del juego para dirigir el consenso, y eso lo logró la MUD para escoger un candidato unitario a través de una primarias en las que se escogerá al mejor. No importa cuántos candidatos hayan al final serán bienvenidos en términos de recursos, ofertas, liderazgos, pero que luego servirán de soporte al ganador de la oposición.
-—¿Cree usted que la polarización se traspase a las primarias?
—La polarización del país es lo que le da pie a las primarias. Si no hubiera necesidad de enfrentar a Chávez no se harían ese tipo de elecciones y los candidatos se presentarían a los comicios finales, pero la polarización con Chávez obliga a la oposición a ir a las primarias en las que pueden haber diferencias.
—El reto de delegar del Jefe de Estado puede significar un “handicap” para él mismo?
—Delegar es una técnica gerencial adecuada y es lo que tenía que ocurrir desde el principio, bien sea por una decisión propia o por un problema concreto que tenga que resolver de salud. Delegar es siempre una posición eficiente, sobretodo, si se tiene un equipo o gente que pueda hacer la gestión. No veo problemas en la delegación, claro, porque lo que una persona no puede delegar es el pensamiento y el Gobierno completo, pero si las acciones y es lo que creo que Chávez hará. Eso no será desventaja para él.
—Cómo van los números para el Ejecutivo en las encuestas?
—La evaluación de Chávez se ubica en un 50% que sería como la popularidad y la confianza en 38%, mientras que la disposición al voto, depende, entre oposición y gobierno sumando todos los opositores contra Chávez es 34 (opositores) 32 (Chávez).
—¿Si el Presidente se recupera como lo ha dicho subirán sus puntos?
—Sí, pero también podría caer si la enfermedad se mantiene o se agrava, pues comienzan a pensar que no hay futuro, eso lo afectaría.
panorama.com.ve
Luis Vicente León, director de Datanálisis dijo que la oposición debe enfrentar al Jefe de Estado “con una propuesta concreta que no mencione el pasado”, expresó.
El presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, asegura que el presidente de la República, Hugo Chávez, se mantiene en las encuestas con un 50% de popularidad y su confianza en 38%.
Asimismo, advierte que sus números podrían caer si su enfermedad se “agrava o se mantiene”.
—El presidente Chávez aseguró que será el candidato para las elecciones de 2012. ¿Cómo cambia el panorama político este anuncio?
—No cambia mucho. Aún no se conocen los detalles de la enfermedad del Presidente y si es grave. Mucha gente duda de su estado de salud; sin embargo, yo le creo. El Presidente está enfermo, pero todo sigue siendo una incertidumbre, pues su regreso a Caracas y su recuperación no nos dice nada. Chávez sí quiere participar en la campaña electoral y lo hará, de eso no hay duda. Él es el candidato por el Psuv a menos de que suceda algo grave y esperamos que no sea así y logré recuperarse. No obstante, al Presidente lo va ayudar mucho, políticamente, una llegada al país en la que se presente como un vencedor ante las adversidades y la muerte. Las enfermedades no generan votos, pero si se vence sí. Hasta ahora ha conseguido solidaridad.
—Se insiste en que la oposición jugó a posición adelantada con el tema de salud del Presidente. ¿Lo cree?
—No lo creo. Por el contrario, la oposición ha sido muy cautelosa con ese tema y pienso que demasiado, aunque al final, y no sé si es por estrategia o porque no está clara de cómo abordar el problema, se ha mostrado respetuosa en algunos términos. Lo único que han pedido es información sobre la enfermedad del Presidente. Tanto los partidos como la Mesa de la Unidad han dicho que el país tiene derecho de saber qué es y cuál es el impacto de la enfermedad de Chávez y allí tienen razón.
2.— ¿Cómo la oposición podrá enfrentarse ante un presidente candidato que es capaz de transformar las debilidades en fortalezas; por ejemplo, la Misión Vivienda?
—Hay una búsqueda en la oposición de trabajo. El gran reto de la oposición a futuro es no dejarse llevar entre ellos mismos por la idea de que cualquier candidato puede ganarle a Chávez, eso no es verdad y es mi opinión. Primero, porque Chávez incluso habiendo perdido terreno contra el pasado sigue siendo lo suficientemente fuerte para ganar las elecciones. La oposición debe tener una propuesta atractiva que convenza a la población y no pueden hablar del pasado, pues Chávez está aquí por el rechazo a las políticas anteriores. Queda la posibilidad de una oferta alternativa hacia adelante, un elemento de renovación y cambio, y eso se logra con acciones como las que tienen por cierto los actuales representantes de la oposición que lideran las encuestas; por ejemplo, Henrique Capriles Radonski en primer lugar, luego Pablo Pérez y Leopoldo López. Ellos tienen en común que son jóvenes y pueden demostrar eficiencia. No los vinculan con el pasado. Buscan una cosa distinta a los que los dinosaurios intentan manipular otra vez en el escenario político, eso es una buena noticia.
—¿Cuánto podría unas primarias lastimar a la Mesa de la Unidad?
—Los procesos de primarias y otro de índole electoral siempre pueden tener algún tipo de desgaste. Hay una cosa obvia: La oposición venezolana no es un grupo homogéneo como el chavista que tiene un sólo líder, un único mensaje, con poco derecho a la disidencia e incluso ellos (oficialistas) no eligieron a su candidato éste se autopostuló y quedó automáticamente nombrado como representante electoral del chavismo. El sector opositor no es igual y no tiene porqué serlo. La democracia no es un sistema de consensos y lo que requiere son las necesarias reglas del juego para dirigir el consenso, y eso lo logró la MUD para escoger un candidato unitario a través de una primarias en las que se escogerá al mejor. No importa cuántos candidatos hayan al final serán bienvenidos en términos de recursos, ofertas, liderazgos, pero que luego servirán de soporte al ganador de la oposición.
-—¿Cree usted que la polarización se traspase a las primarias?
—La polarización del país es lo que le da pie a las primarias. Si no hubiera necesidad de enfrentar a Chávez no se harían ese tipo de elecciones y los candidatos se presentarían a los comicios finales, pero la polarización con Chávez obliga a la oposición a ir a las primarias en las que pueden haber diferencias.
—El reto de delegar del Jefe de Estado puede significar un “handicap” para él mismo?
—Delegar es una técnica gerencial adecuada y es lo que tenía que ocurrir desde el principio, bien sea por una decisión propia o por un problema concreto que tenga que resolver de salud. Delegar es siempre una posición eficiente, sobretodo, si se tiene un equipo o gente que pueda hacer la gestión. No veo problemas en la delegación, claro, porque lo que una persona no puede delegar es el pensamiento y el Gobierno completo, pero si las acciones y es lo que creo que Chávez hará. Eso no será desventaja para él.
—Cómo van los números para el Ejecutivo en las encuestas?
—La evaluación de Chávez se ubica en un 50% que sería como la popularidad y la confianza en 38%, mientras que la disposición al voto, depende, entre oposición y gobierno sumando todos los opositores contra Chávez es 34 (opositores) 32 (Chávez).
—¿Si el Presidente se recupera como lo ha dicho subirán sus puntos?
—Sí, pero también podría caer si la enfermedad se mantiene o se agrava, pues comienzan a pensar que no hay futuro, eso lo afectaría.
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