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ALFREDO YÁNEZ MONDRAGÓN
En Twitter @incisos
eluniversal.com
La oferta parece escasa. Quienes tienen algo qué decir se reservan el derecho de ser ellos los que expongan. Esa reserva implica espacio y tiempo, e implica también, la "prudente" discreción a fin de evitar que el de al lado complemente, reciba, compare.
Las propuestas para un país distinto al que tenemos existen. Hay equipos trabajando, hay grupos de venezolanos delineando estrategias para conseguir la apertura necesaria en diversidad de temas. Recientemente el país conoció los lineamientos generales de la oferta de Leopoldo López y también la de Eduardo Fernández. Faltan -seguramente- otras.
El país, además, está a la expectativa sobre los acuerdos de gobernabilidad que trazará el equipo de la Mesa de la Unidad Democrática y que servirán de guía para la definición del programa que presente el candidato presidencial de la alternativa.
Sin embargo, en este punto; esas discusiones, esos acuerdos, esas consultas, esos trabajos, no permean. Toda esa realidad contenida en horas y horas de esfuerzo individual y colectivo no se traduce en esperanza, en posibilidad cierta de convicción hacia ideas de factibilidad alta.
Y no se traducen en futuro porque tenemos una gran falla en la difusión, una gran falla en el interés por conocerlas y por transmitirlas. Es tiempo de que los equipos que trabajan en esa dirección nos cuenten por dónde van; y a renglón seguido, se abra el debate nacional a fin de converger en la agenda, a fin de conseguir los aportes necesarios, no para cimentar el proyecto de uno u otro candidato; sino para amalgamar un proyecto democrático que ciertamente nos ampare a todos.
Por otra parte, buena parte de la población que reclama propuestas y contenido en medio de esta campaña vacía no sabe -o no quiere reconocer- que esos trabajos se están realizan. Buena parte piensa que las reuniones de las comisiones, que las consultas, que todo lo que se viene haciendo forma parte de una estrategia de deformación democrática, que todo en conciliábulo, que todo es para fraguar alianzas distintos a las necesidades reales de los ciudadanos.
Estamos en un punto en el cual los diversos "equipos para formar gobierno" necesitan intercambiar información, necesitan conocer de propuestas para complementar, para afinar estrategias, para sumar elementos, para crecer en contenido, para avanzar en fórmulas que redunden no en el protagonismo de unos, sino en el bienestar de todos.
Estamos a ocho meses del proceso electoral abierto convocado por la MUD. Las propuestas; que las hay, deben salir de los closets, para que todos las conozcamos, las manoseemos, las digiramos, y en función de ellas nos hagamos una idea clara de lo que necesitamos, de lo que se amolda a nuestra realidad.
incisos@hotmail.com
En Twitter @incisos
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La oferta parece escasa. Quienes tienen algo qué decir se reservan el derecho de ser ellos los que expongan. Esa reserva implica espacio y tiempo, e implica también, la "prudente" discreción a fin de evitar que el de al lado complemente, reciba, compare.
Las propuestas para un país distinto al que tenemos existen. Hay equipos trabajando, hay grupos de venezolanos delineando estrategias para conseguir la apertura necesaria en diversidad de temas. Recientemente el país conoció los lineamientos generales de la oferta de Leopoldo López y también la de Eduardo Fernández. Faltan -seguramente- otras.
El país, además, está a la expectativa sobre los acuerdos de gobernabilidad que trazará el equipo de la Mesa de la Unidad Democrática y que servirán de guía para la definición del programa que presente el candidato presidencial de la alternativa.
Sin embargo, en este punto; esas discusiones, esos acuerdos, esas consultas, esos trabajos, no permean. Toda esa realidad contenida en horas y horas de esfuerzo individual y colectivo no se traduce en esperanza, en posibilidad cierta de convicción hacia ideas de factibilidad alta.
Y no se traducen en futuro porque tenemos una gran falla en la difusión, una gran falla en el interés por conocerlas y por transmitirlas. Es tiempo de que los equipos que trabajan en esa dirección nos cuenten por dónde van; y a renglón seguido, se abra el debate nacional a fin de converger en la agenda, a fin de conseguir los aportes necesarios, no para cimentar el proyecto de uno u otro candidato; sino para amalgamar un proyecto democrático que ciertamente nos ampare a todos.
Por otra parte, buena parte de la población que reclama propuestas y contenido en medio de esta campaña vacía no sabe -o no quiere reconocer- que esos trabajos se están realizan. Buena parte piensa que las reuniones de las comisiones, que las consultas, que todo lo que se viene haciendo forma parte de una estrategia de deformación democrática, que todo en conciliábulo, que todo es para fraguar alianzas distintos a las necesidades reales de los ciudadanos.
Estamos en un punto en el cual los diversos "equipos para formar gobierno" necesitan intercambiar información, necesitan conocer de propuestas para complementar, para afinar estrategias, para sumar elementos, para crecer en contenido, para avanzar en fórmulas que redunden no en el protagonismo de unos, sino en el bienestar de todos.
Estamos a ocho meses del proceso electoral abierto convocado por la MUD. Las propuestas; que las hay, deben salir de los closets, para que todos las conozcamos, las manoseemos, las digiramos, y en función de ellas nos hagamos una idea clara de lo que necesitamos, de lo que se amolda a nuestra realidad.
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