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"Tranquilos, dentro de poco nuestro muchacho volverá a decir lo que queremos oír"
CLODOVALDO HERNÁNDEZ
eluniversal.com/
La semana pasada, el encuestador Oscar Schemel se fajó a decir verdades de un modo tan repentino, indiscreto e imprudente que hizo recordar al protagonista de aquella tonta película titulada Mentiroso, mentiroso, un abogado embusterísimo (valga la redundancia) que de un momento para otro perdió la capacidad de meter cobas.
Por supuesto que el personaje, representado por Jim Carrey, se vio en grandes aprietos para ganar el caso de divorcio que estaba gestionando, pues bien se sabe que en este tipo de querellas, la impostura es un arma jurídica fundamental. A Schemel también se le puso difícil la cosa, en especial porque entre la dirigencia y militancia opositora ese tipo de arranques de sinceridad están muy mal vistos.
¿Qué dijo, qué dijo?, preguntarán quienes no llegaron a ver, oír o leer sus declaraciones (los medios no le dieron mucho despliegue, ¿por qué habrá sido?). Pues, dijo que Chávez es un líder verdaderamente popular, que las grandes masas lo perciben como una persona buena. Por si fuera poco, afirmó que el liderazgo de la oposición no ha logrado nada parecido a esa conexión popular, y carece de propuestas y visión de país. Aseguró que el opositor común no ha encontrado un líder que lo interprete ni un proyecto que lo entusiasme. ¿Todo eso lo dijo de un solo jalón? Sí, señor, y también dijo que el Presidente y el Gobierno dominan al país semánticamente, han impuesto su manera de llamar las cosas, su nomenclatura. En cambio, la oposición es reactiva, no tiene discurso propio, se limita a balbucir respuestas a los dichos del oficialismo.
Cabe imaginar a las buenas personas opositoras que estaban viendo a este gurú de los estudios de opinión pública a través de su canal favorito, ése donde la oposición siempre tiene la razón. Qué terrible disonancia cognitiva debe haber tenido esa atribulada gente. "Manita, Schemel se nos volvió chavista -habrán exclamado las doñitas fashion-. ¿O será que el autócrata lo está extorsionando?".
El vocero de la encuestadora Hinterlaces comenzó a cruzar la senda que ya ha transitado varias veces su colega de Datanálisis, Luis Vicente León, quien recibe palo parejo cada vez que se le ocurre revelar datos de un sondeo que favorezca al rrrrégimen.
El Latero Ilustrado, a través de las redes sociales, quiso tranquilizar a las huestes antichavistas, explicando que se trata de una estrategia de Schemel para que la oposición despierte y reaccione. "Ya verán que dentro de poco nuestro muchacho volverá a decir lo que queremos oír", aseguró.
Bueno, no es por darle la razón al Latero, pero al final de la película, se intuye que el personaje de Carrey también retorna a la normalidad. O sea, que vuelve a ser Mentiroso, mentiroso.
clodoher@yahoo.com
CLODOVALDO HERNÁNDEZ
eluniversal.com/
La semana pasada, el encuestador Oscar Schemel se fajó a decir verdades de un modo tan repentino, indiscreto e imprudente que hizo recordar al protagonista de aquella tonta película titulada Mentiroso, mentiroso, un abogado embusterísimo (valga la redundancia) que de un momento para otro perdió la capacidad de meter cobas.
Por supuesto que el personaje, representado por Jim Carrey, se vio en grandes aprietos para ganar el caso de divorcio que estaba gestionando, pues bien se sabe que en este tipo de querellas, la impostura es un arma jurídica fundamental. A Schemel también se le puso difícil la cosa, en especial porque entre la dirigencia y militancia opositora ese tipo de arranques de sinceridad están muy mal vistos.
¿Qué dijo, qué dijo?, preguntarán quienes no llegaron a ver, oír o leer sus declaraciones (los medios no le dieron mucho despliegue, ¿por qué habrá sido?). Pues, dijo que Chávez es un líder verdaderamente popular, que las grandes masas lo perciben como una persona buena. Por si fuera poco, afirmó que el liderazgo de la oposición no ha logrado nada parecido a esa conexión popular, y carece de propuestas y visión de país. Aseguró que el opositor común no ha encontrado un líder que lo interprete ni un proyecto que lo entusiasme. ¿Todo eso lo dijo de un solo jalón? Sí, señor, y también dijo que el Presidente y el Gobierno dominan al país semánticamente, han impuesto su manera de llamar las cosas, su nomenclatura. En cambio, la oposición es reactiva, no tiene discurso propio, se limita a balbucir respuestas a los dichos del oficialismo.
Cabe imaginar a las buenas personas opositoras que estaban viendo a este gurú de los estudios de opinión pública a través de su canal favorito, ése donde la oposición siempre tiene la razón. Qué terrible disonancia cognitiva debe haber tenido esa atribulada gente. "Manita, Schemel se nos volvió chavista -habrán exclamado las doñitas fashion-. ¿O será que el autócrata lo está extorsionando?".
El vocero de la encuestadora Hinterlaces comenzó a cruzar la senda que ya ha transitado varias veces su colega de Datanálisis, Luis Vicente León, quien recibe palo parejo cada vez que se le ocurre revelar datos de un sondeo que favorezca al rrrrégimen.
El Latero Ilustrado, a través de las redes sociales, quiso tranquilizar a las huestes antichavistas, explicando que se trata de una estrategia de Schemel para que la oposición despierte y reaccione. "Ya verán que dentro de poco nuestro muchacho volverá a decir lo que queremos oír", aseguró.
Bueno, no es por darle la razón al Latero, pero al final de la película, se intuye que el personaje de Carrey también retorna a la normalidad. O sea, que vuelve a ser Mentiroso, mentiroso.
clodoher@yahoo.com
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