Marianella Salazar / El Nacional
Para la oposición es ineludible realizar el referendo revocatorio este año, el panorama es desolador. Las desgracias que sufrimos los venezolanos es tema incluso de preocupación internacional, y la situación cada vez más insoportable. No hay manera de que este gobierno se pueda sostener en el poder, ni siquiera tiene la varita mágica de los altos precios del petróleo, el “excremento del diablo”, que le sirvió a Hugo Chávez para comprar conciencias, votos y gobiernos de otros países. No era su carisma, era el billete. El plan que rescató su imagen a raíz del referendo revocatorio de 2004 fueron las misiones, sostenidas a punta de billete y más billete; hoy la situación es muy distinta, Maduro sin divisas está colgado de la brocha. La miseria cunde y se extiende. Aquí lo único que despunta como la industria más boyante en la paupérrima economía nacional es el “bachaqueo”, el sueño del hombre nuevo del Che y de Chávez cuajó en el “bachaquero”, producto de una política de Estado, planificada detalladamente desde Cuba, sede central del poder en Venezuela. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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