Carlos Blanco / El Nacional
Chávez tenía liderazgo. Era un bravucón, pero sabía retroceder cuando no tenía opción. El 4-F de 1992 se rindió; el 11-A de 2002 renunció; en 2007 aceptó la derrota en el referéndum constitucional y así en otras oportunidades. Luego, cuando recuperaba fuerzas arremetía con todo, sin importar nada. El hombre del crucifijo del 13 de abril a partir de allí arrasó con Pdvsa, la FAN, el TSJ y el BCV. De 2008 en adelante impuso su reforma constitucional a los porrazos. En 2005 –cuando las fuerzas democráticas se abstuvieron– hizo lo que le dio la gana con la Asamblea; en 2010 –cuando las fuerzas democráticas participaron y obtuvieron un buen trozo– hizo lo que le dio la gana con la Asamblea. Retrocedía para avanzar, pero sabía retroceder. Maduro, en cambio, no tiene idea de la táctica política y así se encamina a un paroxismo represivo sin precedentes. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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