Carlos Blanco / El Nacional
Es extraño que un político se busque tantos enemigos así tenga poder suficiente para enviarlos al infierno de la justicia venezolana. Diosdado no tenía esa fuerza mientras Chávez estaba en la antesala de la eternidad. Entonces, ascendía y descendía, como Nicolás Maduro y otros, de ministro a gobernador, de gobernador a diputado, de diputado a candidato, hasta ser rescatado de nuevo. Ahora es diferente, él es un poder; pero, ¿por qué es una máquina de ganar enemigos? CLIC AQUI para seguir leyendo...
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