El universo de electores se fragmenta en chavistas, opositores y no comprometidos
FÉLIX CORDERO PERAZA
efecepe2010@gmail.com
eluniversal.com
Sobre el horizonte opositor cabalga intrépida una justificada sensación de triunfo. Lo insinúan las encuestas, la carga de desgaste y la crónica ineficacia administrativa. Sin embargo, veo manchas grises tambaleando la victoria.
Cruzan los aires opositores las precandidaturas como fuegos artificiales. Policromía que ilumina el espacio político inducida por la ambición. Algoritmos amañados y cálculos triviales que sobrevalora cualidades. Corta visión, a la sombra puntofijista. Se formaron sin garbo en la carambola política de banda a banda. En la repartición de contratos para el beneficio personal. En la callejuela sombría del pacto burocrático y deshonesto. Dejaron hundir al país en la corrupción y exclusión.
Ahora, huérfanos de teoría y práctica homérica, ni exploran ni admiten méritos presidenciables fuera de su entorno íntimo. "Soy yo... ahora o nunca". "El más conocido y preparado". "La contrafigura de Chávez". Con dinero de gobernaciones encuestas y publicidad.
¡Sí, y es verdad incontrastable!, la mayoría del REP no vota por Chávez. Nunca lo ha hecho. Sin embargo, el universo de electores se fragmenta en chavistas, opositores y no comprometidos. El bloque opositor vota contra Chávez con cualquier candidato. Pero, ¿es suficiente el bloque opositor para derrotar a Chávez? Definitivamente no... Para hacerlo hay que persuadir al tercer bloque. ¡Bien difícil! Exige del candidato un perfil distinto al mostrado por precandidatos...
Alguien percibido con poder económico, político e internacional... Que aglutine militantes y simpatizantes... ¡Un "general"! Estratega. Autónomo. Meta y discurso popular e integrador. Que patee barrios. Tonelaje para negociar y comunicar. ¡Un solo candidato, programa y tarjeta! Próximo: escenario oficial.
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