La niebla se disipa
Todos estos son datos que despejan el hasta ahora turbio escenario pre electoral, induciendo a creer en la preeminencia de Capriles y Ledezma como eventuales contrincantes por lograr la candidatura única de la oposición venezolana. Suena lógico. Pero como bien lo enseña la historia, ni nada está escrito ni la lógica constituye la esencia de la política. Por ahora, ni siquiera la realización de las elecciones presidenciales en la fecha predeterminada y bajo condiciones auténticamente limpias y transparentes están aseguradas. El autócrata también juega. Amanecerá y veremos.
La semana que concluye abre un boquete en la espesa polvareda de las candidaturas a las Primarias. Al imperio de los rumores, que han dominado el panorama impidiendo ver el hueso de las circunstancias, comienza a suceder el imperio de las certidumbres, que será el que termine por configurar el escenario definitivo en el que tendrá lugar el principal evento opositor durante el año que transcurre.
El hecho más importante fue el cónclave de Panamá, al que asistieron los secretarios generales de los principales partidos de la socialdemocracia venezolana. Henry Ramos, por AD, Antonio Ledezma, por ABP, y una importante comitiva por UN NUEVO TIEMPO, encabezada por sus dos principales figuras: Manuel Rosales y Pablo Pérez, acompañados por los diputados Omar Barboza y Enrique Márquez.
De las declaraciones emitidas esta semana y particularmente de la entrevista que le concediera Antonio Ledezma al periódico zuliano LA VERDAD, se deduce la posibilidad de que UNT se abstenga de presentar candidatos. Los dos propuestos hasta ahora por dicho partido, Rosales y Pablo Pérez, al parecer habrían reconocido la imposibilidad de presentar a Rosales y la inconveniencia de poner en riesgo la gobernación del Zulia. Pues habiéndose impuesto la tesis de AD de no permitir la postulación del mismo candidato para los dos principales eventos que se decidirían en primarias – juntas o separadas – UNT preferiría mantener el control sobre las dos principales instancias político-administrativas del Zulia, la gobernación y la Alcaldía de Maracaibo antes que aventurarse a una apuesta de alto riesgo sin resultados seguros.
Dada la práctica imposibilidad de que AD postule a Henry Ramos, arriesgando a su vez restarle votos al otro candidato ya lanzado, Antonio Ledezma, las opciones se estarían decantando por respaldar al Alcalde Metropolitano. Si así fuera, éste sería el eventual precandidato de los dos más importantes partidos de la izquierda democrática venezolana. Quien, dadas sus excelentes relaciones con PODEMOS, el MAS y LA CAUSA R no debería encontrar mayores escollos en su camino hacia la pre candidatura presidencial de la Izquierda Democrática (ID).
Del lado de lo que podríamos denominar la centro derecha o derecha democrática, el panorama luce más intrincado. Pero la evidente ventaja del gobernador del Estado Miranda Henrique Capriles Radonsky en todas las encuestas de opinión, llevaría muy posiblemente a que los restantes candidatos cercanos a su proveniencia ideológica, como César Pérez Vivas, Oswaldo Álvarez Paz y Eduardo Fernández renunciaran a sus aspiraciones, aunque muchos de ellos parecen más conciliables con un proyecto candidatural de la ID, si ella decide nominar al Alcalde Metropolitano como su abanderado. Son conocidas las excelentes relaciones de Ledezma con Eduardo Fernández, César Pérez Vivas y Oswaldo Alvarez Paz. Por qué no imaginarlos en un gabinete de Unidad Nacional al mando del alcalde metropolitano?
Todos estos son datos que despejan el hasta ahora turbio escenario pre electoral, induciendo a creer en la preeminencia de Capriles y Ledezma como eventuales contrincantes por lograr la candidatura única de la oposición venezolana. Suena lógico. Pero como bien lo enseña la historia, ni nada está escrito ni la lógica constituye la esencia de la política. Por ahora, ni siquiera la realización de las elecciones presidenciales en la fecha predeterminada y bajo condiciones auténticamente limpias y transparentes están aseguradas. El autócrata también juega. Amanecerá y veremos.
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