Amilcar Mestre Acosta
OPINION
Todo parece indicar que la MUD representa a la oposición política del país. No lo es, pero ha contado con la benevolencia de importantes sectores de la población que, con el conocimiento de la importancia de la construcción del consenso, han permitido que tal convenido proceso consensual, fluya sin inconvenientes.
Dejar hacer y dejar pasar. Una parte del pensamiento político nacional, no está presente en la MUD; no tiene porque forzosamente estarlo, pero debe recogerlo y expresarlo y no lo hace. Sólo se expresa con notoria claridad, una parte de la oposición política, la tradicional.
Los sectores emergentes, contestatarios y vanguardista parecen no tener cabida en la MUD. La población políticamente activa no partidista ha contribuido a fortalecer las bases sociales del consenso, estamos aprendiendo a encontrar lo que es común a todos y estamos descubriendo que la sociedad que queremos no es la que se expresa en el Libro Verde.
No ha sido fácil, pero más difícil será si los partidos organizados en la MUD no descubren que el interés común de los venezolanos es rescatar la República. Es seguro que en la medida que los sectores emergentes de la política nacional encuentren abrirse paso con una posición de consenso en torno a ese interés común.
La MUD no es la oposición nacional y el candidato no sólo lo será de unos partidos, sino también de quienes no nos hayamos representados en la MUD. La Unidad Nacional está ya posesionada en una masa suficiente de electores, por eso es importante manejar con equilibrio los escenarios para no fomentar matrices de opinión no favorables al consenso.
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