Por Luis Vicente León | Prodavinci
Diría que hay tres escenarios. El primero es que el Gobierno logre preservar el poder, aunque el país siga por el barranco. En este escenario, la crisis y la convulsión social continúan, pero el Gobierno está dispuesto a hacer lo que sea por mantenerse en pie. La represión se acentúa e incluso puede incorporar otros componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con un llamado a luchar contra lo que calificarán como insurgencia armada. Este sector militar, pese al estrés de tener que actuar contra el pueblo, logra sostener una relativa unidad. El tiempo deteriora la economía pero también desgasta a la oposición, que se muestra confundida y agotada, encerrada en una batalla focalizada que pierde a diario y, sin embargo, repite una y otra vez en el mismo lugar y de la misma forma. Sin liderazgo concreto y visible, la protesta no termina de masificarse. El Gobierno atraviesa el vendaval y pasa la constituyente, usándola para defenestrar a las instituciones que se le enfrentan y modifican los métodos de elección de autoridades, para garantizar que la minoría revolucionaria se quede en poder per secula seculorum. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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