Nelson Bocaranda Sardi / Runrun.es
ALTO. 0800 SINSALUD: Resumo un largo diálogo con dos de mis fuentes expertas y ¿aún rojitas?. Son dos solventes y competentes profesionales de la medicina: “…Una pésima interpretación de nuestro ideario ideológico nos lleva hoy a ser patria excluida para el mundo de las grandes farmacéuticas del globo. No importa si es suiza, alemana, francesa, americana, italiana o de cualquier otro país. Ellas son realidades globales, no son representantes de nacionalidad alguna, ni de una inventada guerra económica. Primero, pensamos que si no le pagábamos una pequeña deuda las poníamos de rodilla. Año tras año, ese compromiso fue creciendo y hoy es una “monstruosidad de deuda”. Y no pusimos de rodilla a nadie. Esa deuda gira alrededor de los 6 mil 500 millones de dólares. Es deuda real “y de mucho real que se lo robaron”. Estas farmacéuticas son todas empresas públicas, cotizan en bolsas del mundo y deben operar de manera transparente y muy supervisada. Exigen a los gerentes regionales ir a sus casas matrices a rendir informes. Cuando un país pequeño como nosotros no cancela sus compromisos a una instancia global como ellas, quien de verdad se afecta es la población servida, que de inmediato deja de recibir el bien o servicio. Insistir en lo ideológico incrementará aún más la actual crítica situación que vivimos médicos y pacientes, especialmente niños, tercera edad y casos críticos. Si se nos están muriendo pacientes en clínicas de alto desempeño por falta de medicamentos o de equipos, imagínate cómo será en los hospitales públicos. Es una verdad que la ministra Luisana Melo debería reconocer. “No lo hace pues ella tiene años despotricando contra la medicina privada. Esta cretina ha manejado hasta colectivos para pintarrajear las fachadas de las clínicas por varios años. Es parte del clan de Cilia y se siente guapa y apoyada. Ahora persigue a los médicos en los hospitales públicos para montar culpables de sus propias fallas”. Para colmos, por instrucciones de Nicolás el verdadero y gran jefe del sector salud es Jorge Arreaza, responsable final y anónimo de determinar a quién y a quién no se le paga. La ministro Melo es hoy una ficha del equipo de Arreaza y su principal responsabilidad es cuidar, mantener y vigilar los acuerdos que en materia de salud le permiten a Cuba tercerizar la gran mayoría de medicamentos y equipos que llegan para nuestros hospitales. Luisana Melo no tiene poder de decisión alguna sobre la deuda que mantiene en jaque a la salud de los venezolanos. Tan es así que al propio Miguel Pérez Abad, por muy súper vicepresidente que sea, recibió instrucciones de no inmiscuirse en la deuda del sector salud. Esa es una materia de exclusiva competencia de Jorge Arreaza. Para este actor clave dentro de nosotros la prioridad es Cuba. Y como lo comprueba la realidad, estamos equivocados…”. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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