ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL
Por primera vez en 16 años de dominio el chavismo marcha hacia una derrota que, a diferencia de los resultados del referéndum revocatorio de diciembre del 2007, compromete la pérdida de un bastión fundamental, la Asamblea Nacional, en el objetivo de mantener atados y obedientes los poderes que antes personificaba el gran timonel y hoy se diluyen en la confusión de un liderazgo escindido y privado de la materia básica de todo gobierno: el apoyo de la mayoría. En esa dirección es factible constatar el fracaso de una dirigencia que, privada del accionar táctico y estratégico del gran timonel, ha puesto en evidencia su incapacidad en la aplicación de los preceptos básicos del librito marxista-leninista, fundamentado en la agitación y la propaganda, persuasión y disuasión, valga decir, en la consolidación de la voluntad mayoritaria mediante el bombardeo propagandístico, la utilización de los mecanismos pedagógicos a su alcance y la propagación de una ideología que pretende ganarse la adhesión y la obediencia persiguiendo al "enemigo de clase", antes que al convencimiento proveniente de la confrontación democrática, el debate de ideas y el planteamiento de argumentos y racionales. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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