HERBERT HUDDE | EL UNIVERSAL
Desde hace meses, de mi edificio a la esquina (50 metros) hay que surfear 7 troneras para no quedar sin carro. El agua, que debería ser potable, amén de su ausencia durante 2 días semanales, es una porquería sucia y hedionda; ni hablar de tomarla, y bañarse es peor que no hacerlo. Excepto Caracas, que tiene preferencia porque es donde están los votos, en el resto del país se pasa más tiempo sin luz que con ella. Tuve que hacerme unos lentes nuevos que costaron Bs. 17.000 (solo los cristales); los pedí fotocromáticos y costaban 60.000; como se imaginarán, ahora paso todo el día encandilado. Un amigo al que se le averió el carro tiene 14 meses sin poder repararlo, y otro a quien le robaron la batería, después de dos meses consiguió una en Bs. 45.000. Los dos ascensores del centro comercial más cercano, tienen varios meses muertos. De una servilleta por comida que usaba, ahora uso una por día, no para ahorrar dinero, sino porque cuando se me acaben no voy a conseguir más; peor es la cosa con el papel tualé. Y ni hablemos de buscar comida y medicinas. ¡Vaya desastre! CLIC AQUI para seguir leyendo...
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