Quienes hemos vivido en el interior conocemos cuán limitado es nuestro sistema eléctrico
CAROLINA JAIMES BRANGER | EL UNIVERSAL
Del cuento del sabotaje que hacían las iguanas y las ratas (que seguro fueron entrenadas en el imperio, por lo eficientes), ahora pasamos al cuento de El Niño. El Niño es el culpable de la crisis eléctrica (raro que no hayan dicho que a El Niño lo mudaron los gringos de Perú a Venezuela). La crisis eléctrica no es nueva en Venezuela. Es nueva en Caracas. Quienes hemos vivido en el interior conocemos cuán limitado es nuestro sistema eléctrico. Yo viví en Maracay veintiún años y puedo dar fe de que cuando llovía era casi una fija que se fuera la luz. Esa situación empeoró cuando Chávez llegó al poder. No sé qué era lo que hacían -o lo que no hacían- pero la precariedad del sistema eléctrico era notoria. Los transformadores explotaban, los lapsos sin luz eran cada vez más largos y las facturas de Cadafe/Corpoelec, las más caras de Venezuela. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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