Fausto Masó / El Nacional
El último error es el irreparable y, por tanto, el peor, el que abre las puertas al final y permite descabezar a la víctima. Al nombrar a Aristóbulo vicepresidente Nicolás Maduro invitó a sus enemigos a sacarlo de Miraflores. Ya hay un reemplazo en Miraflores y en el chavismo, un vicepresidente con un peso político. Antes con Arreaza se saltaba a lo desconocido, con Aristóbulo hay mil razones para librarse de Maduro y ganar tiempo, la primera necesidad del chavismo. Otra vez Nicolás Maduro demuestra su falta de perspicacia política, nombrar a Aristóbulo fue pegarse un tiro en la sien. Hoy a Maduro lo mantiene solo en Miraflores la inercia, la suerte y la flojera de sus enemigos, empezando por el letargo que domina a la oposición. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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