Para cambiar el país, primero tenemos que cambiar nosotros: los que formamos parte de él
CARLOS DORADO | EL UNIVERSAL
Carlos, por culpa del burro se pega en la albarda", solía decirme mi madre refiriéndose que a veces las culpas de unos terminan pagándolas otros. Yo he aprendido a querer Venezuela; mejor dicho a amarla, y dicen que el verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece. No sé si será por el hecho de que uno no elige donde nace, pero sí donde quisiera morirse, o porque en mi caso, vine siendo un niño y aquí me hice adulto, o si porque todo lo que soy y tengo, se lo debo a nuestro país; pero siento un profundo amor por mi país: ¡Venezuela! CLIC AQUI para seguir leyendo...
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