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Edgard Gutiérrez
En Twitter: @gedgard
runrun.es/polytica/
Unas semanas atrás publiqué un artículo “¿Tarjeta Única o Múltiples Tarjetas?” en el que ofrecía un balance de los pro y los contra de uno y otro camino. Ya el sábado 30 de julio la Mesa de la Unidad tomó una decisión sobre la tan recientemente debatida “Tarjeta Unitaria”. Muchos piensan que es una tarjeta única, otros piensan que fue una decisión al mejor estilo “ni chicha ni limonada”. Otros piensan que es un fraude al electorado porque no es una tarjeta única. Como he visto bastante confusión y muchas preguntas en torno al tema, me parece oportuno dedicarle unos minutos a este tópico para explicar los alcances de la decisión y los posibles escenarios de su instrumentación. Para este fin, acá respondo una guía de preguntas frecuentes para los electores
¿Qué fue lo que decidió la MUD?
Los 16 partidos organizados en torno a la Mesa tenían ante sí dos posiciones en principio antagónicas: 1) por un lado escoger una sola tarjeta que agrupara a todos los partidos de oposición en un solo instrumento electoral, por lo cual todos debían renunciar a sus siglos y colores y por otro lado; 2) Dejar todo como estaba y permitir que todos los partidos postularan al candidato presidencial de 2012 manteniendo sus símbolos y tarjetas.
Al final de la discusión se optó por un camino intermedio: se crea una tarjeta de Unidad para que los partidos que así lo quieran, decidan cada uno autónomamente si declinarán en el uso de sus siglas o bien, mantenerlos. En otras palabras, el uso es optativo y dependiente de las circunstancias concretas que definirán las postulaciones el año entrante. Vale decir que independientemente de que algunos no lo quieran hacer, siempre existirá esa “Tarjeta de Unidad”.
¿Para qué sirve la Tarjeta Unitaria?
La Tarjeta de Unidad tiene unos propósitos bien claros: en primer lugar se puede traducir como un gesto, un símbolo de “desprendimiento” de los partidos de la Alianza para comunicar más allá de las palabras su genuina intención de ir unidos en un solo espacio, pero más importante; es que esta Tarjeta le permite a todo aquel elector –sea no alineado, chavista arrepentido o bien a cualquiera que no milite o simpatice con alguna tolda de la MUD– sufragar por un candidato distinto a Hugo Chávez, sin que eso signifique que está respaldando a algún partido que no es de su agrado. Como ocurre que existen electores que no simpatizan con ninguno, pues la Tarjeta de la Unidad sería su mejor opción. He allí su trascendencia. No obstante, la misma alianza deja la puerta abierta para que cualquier partido que no quiere enfrentar los potenciales riesgos de una eventual ilegalización, pueda mantener su identidad y presencia en el tarjetón electoral.
¿Cuáles son las implicaciones de esta decisión?
Varias, pero la más importante es que se deja la puerta abierta para no enrumbarse por un solo camino que pueda conducir a errores que se puedan lamentar. Por ejemplo, si el riesgo de ser ilegalizado por no “contarse” es inminente, estará despejado el camino para que cada tolda pueda existir en el tarjetón y así contabilizar sus votos. Por otro lado, si el calendario electoral final al que se enfrentarán los venezolanos, candidatos y organizaciones políticas contempla la celebración de al menos dos elecciones simultáneas (todo indica que el CNE descartará una megaelección), también puede decidirse si ir en una sola tarjeta o bien, cada cual con sus siglas y colores tradicionales.
Por supuesto, pasados los meses y con las elecciones más cerca, comenzaremos a ver de ahora en adelante una seguidilla de pronunciamientos oficiales de partidos políticos opositores en los que comunicarán que se plegarán y subsumirán en la Tarjeta de Unidad, lo cual producirá presión sobre los que no desean hacer lo mismo. Los electores se preguntarán: ¿por que sí estos partidos lo hicieron, este partido o tal otro no? Eso será parte del juego político que veremos a continuación. Me parece bastante probable que en lo sucesivo, varios partidos pequeños pero significativos declaren su voluntad de apoyar la Tarjeta Unitaria y de partidos un poco más grandes como COPEI. Los que aún se mantengan renuentes serán interrogados acerca de por qué no emulan a sus semejantes.
¿Cómo puede instrumentarse?
Tal y como está configurada la decisión, existen tres escenarios para su instrumentación que van desde los extremos posibles hasta una figura intermedia. Examinémoslos
Escenario #1. Se usa la Tarjeta Unitaria y las Tarjetas de los Partidos:
En este escenario tendremos una Tarjeta con símbolos y colores propios de la Unidad, conteniendo la voluntad de varias organizaciones que decidieron plegarse a la iniciativa, pero coexistiendo con las tarjetas de algunos partidos que prefirieron no hacerlo. Así, veremos en el instrumento de votación varias opciones, entre las que estarán –aún en alianza perfecta, sumando todos sus votos al mismo candidato– los símbolos y colores de organizaciones que todos conocemos. ¿Quiénes decidirán mantener su identidad? Probablemente los partidos más grandes, pero al día de hoy es difícil responder cuáles. Dependerá de los “cálculos” particulares de cada organización.
Escenario #2. Todos los partidos deciden usan la Tarjeta Unitaria. Habemus Tarjeta Única:
Ante una importante presión de opinión pública o bien por cálculos electorales, todos los partidos de la alianza toman la determinación de fundirse en la Tarjeta de Unidad, que en la práctica se convierte, ahora así, en una sola tarjeta y será el deleite de quienes radicalmente creen que este es el mejor camino. Esto no es para nada improbable, pues estoy seguro que habrá insistencia para que todos escojan este camino. Veremos pues, en el tarjetón de 2012 un solo espacio para sufragar por el candidato presidencial de la Unidad. No obstante, para que esto ocurra los partidos o bien asumen el gran riesgo de ser ilegalizados o dicha amenaza se disipa por señales oficiales.
Escenario #3. Nadie usa la Tarjeta Unitaria:
Acá los riesgos de desaparición legal son muy fuertes y ninguna organización decide optar por esta vía. Inclusive, aunque exista la Tarjeta de Unidad, puede que no cuente ni con el respaldo político ni organizacional para que los electores sufraguen por la opción unitaria porque todos los partidos querrán sumar a su causa particular. Aunque expliquen muy bien esto, de igual manera, creo que bastantes venezolanos igual depositarán su voto en la TU, pero veremos una campaña en el que la educación electoral no enfatizará estos símbolos.
Comentarios finales:
Al día de hoy, estamos ubicados en el primer escenario pues existen toldas que no quieren dejar de estar en el tarjetón y que prefieren que sus militantes y simpatizantes voten de acuerdo a la costumbre. Además, hay un factor muy importante: ¿Quién será finalmente el candidato presidencial? Esa interrogante es muy importante, pues si el que finalmente obtiene más votos en las primarias pertenece a una organización, el debate y las presiones internas en ese partido serán muy fuertes para consolidar y apuntalar al partido. Distinto sería que quien gane sea un independiente, pues la TU sería el instrumento perfecto para él o ella para comunicar cuál es la mejor forma de votar por su nombre.
Aún falta ver cómo se desarrollará este debate en los meses por venir. Igual mantengo mi posición: Lo más importante no es la tarjeta o tarjetas que se usen. Lo clave está en desarrollar una “Campaña Única”.
¿Qué fue lo que decidió la MUD?
Los 16 partidos organizados en torno a la Mesa tenían ante sí dos posiciones en principio antagónicas: 1) por un lado escoger una sola tarjeta que agrupara a todos los partidos de oposición en un solo instrumento electoral, por lo cual todos debían renunciar a sus siglos y colores y por otro lado; 2) Dejar todo como estaba y permitir que todos los partidos postularan al candidato presidencial de 2012 manteniendo sus símbolos y tarjetas.
Al final de la discusión se optó por un camino intermedio: se crea una tarjeta de Unidad para que los partidos que así lo quieran, decidan cada uno autónomamente si declinarán en el uso de sus siglas o bien, mantenerlos. En otras palabras, el uso es optativo y dependiente de las circunstancias concretas que definirán las postulaciones el año entrante. Vale decir que independientemente de que algunos no lo quieran hacer, siempre existirá esa “Tarjeta de Unidad”.
¿Para qué sirve la Tarjeta Unitaria?
La Tarjeta de Unidad tiene unos propósitos bien claros: en primer lugar se puede traducir como un gesto, un símbolo de “desprendimiento” de los partidos de la Alianza para comunicar más allá de las palabras su genuina intención de ir unidos en un solo espacio, pero más importante; es que esta Tarjeta le permite a todo aquel elector –sea no alineado, chavista arrepentido o bien a cualquiera que no milite o simpatice con alguna tolda de la MUD– sufragar por un candidato distinto a Hugo Chávez, sin que eso signifique que está respaldando a algún partido que no es de su agrado. Como ocurre que existen electores que no simpatizan con ninguno, pues la Tarjeta de la Unidad sería su mejor opción. He allí su trascendencia. No obstante, la misma alianza deja la puerta abierta para que cualquier partido que no quiere enfrentar los potenciales riesgos de una eventual ilegalización, pueda mantener su identidad y presencia en el tarjetón electoral.
¿Cuáles son las implicaciones de esta decisión?
Varias, pero la más importante es que se deja la puerta abierta para no enrumbarse por un solo camino que pueda conducir a errores que se puedan lamentar. Por ejemplo, si el riesgo de ser ilegalizado por no “contarse” es inminente, estará despejado el camino para que cada tolda pueda existir en el tarjetón y así contabilizar sus votos. Por otro lado, si el calendario electoral final al que se enfrentarán los venezolanos, candidatos y organizaciones políticas contempla la celebración de al menos dos elecciones simultáneas (todo indica que el CNE descartará una megaelección), también puede decidirse si ir en una sola tarjeta o bien, cada cual con sus siglas y colores tradicionales.
Por supuesto, pasados los meses y con las elecciones más cerca, comenzaremos a ver de ahora en adelante una seguidilla de pronunciamientos oficiales de partidos políticos opositores en los que comunicarán que se plegarán y subsumirán en la Tarjeta de Unidad, lo cual producirá presión sobre los que no desean hacer lo mismo. Los electores se preguntarán: ¿por que sí estos partidos lo hicieron, este partido o tal otro no? Eso será parte del juego político que veremos a continuación. Me parece bastante probable que en lo sucesivo, varios partidos pequeños pero significativos declaren su voluntad de apoyar la Tarjeta Unitaria y de partidos un poco más grandes como COPEI. Los que aún se mantengan renuentes serán interrogados acerca de por qué no emulan a sus semejantes.
¿Cómo puede instrumentarse?
Tal y como está configurada la decisión, existen tres escenarios para su instrumentación que van desde los extremos posibles hasta una figura intermedia. Examinémoslos
Escenario #1. Se usa la Tarjeta Unitaria y las Tarjetas de los Partidos:
En este escenario tendremos una Tarjeta con símbolos y colores propios de la Unidad, conteniendo la voluntad de varias organizaciones que decidieron plegarse a la iniciativa, pero coexistiendo con las tarjetas de algunos partidos que prefirieron no hacerlo. Así, veremos en el instrumento de votación varias opciones, entre las que estarán –aún en alianza perfecta, sumando todos sus votos al mismo candidato– los símbolos y colores de organizaciones que todos conocemos. ¿Quiénes decidirán mantener su identidad? Probablemente los partidos más grandes, pero al día de hoy es difícil responder cuáles. Dependerá de los “cálculos” particulares de cada organización.
Escenario #2. Todos los partidos deciden usan la Tarjeta Unitaria. Habemus Tarjeta Única:
Ante una importante presión de opinión pública o bien por cálculos electorales, todos los partidos de la alianza toman la determinación de fundirse en la Tarjeta de Unidad, que en la práctica se convierte, ahora así, en una sola tarjeta y será el deleite de quienes radicalmente creen que este es el mejor camino. Esto no es para nada improbable, pues estoy seguro que habrá insistencia para que todos escojan este camino. Veremos pues, en el tarjetón de 2012 un solo espacio para sufragar por el candidato presidencial de la Unidad. No obstante, para que esto ocurra los partidos o bien asumen el gran riesgo de ser ilegalizados o dicha amenaza se disipa por señales oficiales.
Escenario #3. Nadie usa la Tarjeta Unitaria:
Acá los riesgos de desaparición legal son muy fuertes y ninguna organización decide optar por esta vía. Inclusive, aunque exista la Tarjeta de Unidad, puede que no cuente ni con el respaldo político ni organizacional para que los electores sufraguen por la opción unitaria porque todos los partidos querrán sumar a su causa particular. Aunque expliquen muy bien esto, de igual manera, creo que bastantes venezolanos igual depositarán su voto en la TU, pero veremos una campaña en el que la educación electoral no enfatizará estos símbolos.
Comentarios finales:
Al día de hoy, estamos ubicados en el primer escenario pues existen toldas que no quieren dejar de estar en el tarjetón y que prefieren que sus militantes y simpatizantes voten de acuerdo a la costumbre. Además, hay un factor muy importante: ¿Quién será finalmente el candidato presidencial? Esa interrogante es muy importante, pues si el que finalmente obtiene más votos en las primarias pertenece a una organización, el debate y las presiones internas en ese partido serán muy fuertes para consolidar y apuntalar al partido. Distinto sería que quien gane sea un independiente, pues la TU sería el instrumento perfecto para él o ella para comunicar cuál es la mejor forma de votar por su nombre.
Aún falta ver cómo se desarrollará este debate en los meses por venir. Igual mantengo mi posición: Lo más importante no es la tarjeta o tarjetas que se usen. Lo clave está en desarrollar una “Campaña Única”.
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