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Douglas Zabala
analitica.com/
Avanza el cuadro electoral en la oposición y después de un forcejeo digno de las épicas de Zeus con uno de sus vástagos, entre rayos, truenos y centellas internas, este hombre que arrancó anunciando que camina y camina, por fin logró en su veloz carrera política imponerse como el precandidato de uno de los partidos creados al calor de la nueva República Bolivariana de Venezuela.
Erigirse como precandidato del partido fundado por el que a cada rato amenaza en “regresar” de su auto exilio no es cualquier minucia, sobretodo si se toma en cuenta que al lado de su fundador, activan Enrique Ochoa Antich, Gerardo Blyde, Alfonso Marquina, William Ojeda, Enrique Márquez, Delsa Solórzano, Liliana Hernández, Cesar Morillo, Luis Manuel Esculpi, Diego Bautista Urbaneja, Arístides Hospedales, Luis Emilio Rondón y Julio Montoya entre otros. Al margen de la impronta que le impone esta camada de dirigentes del mundo opositor; en las últimas elecciones parlamentarias, realizadas en septiembre de 2010, Un Nuevo Tiempo obtuvo 998.606 votos, resultados que lo ubican en el segundo partido venezolano más votado tras el oficialista PSUV, y a la vez lo convierte en el primer partido de la coalición opositora MUD.
Estas variables a simple vista dan como un hecho que la candidatura del novísimo partido de la democracia social, pudiera avanzar sin obstáculos hacia el día preestablecido en este proceso de primarias; pero no son poco los charquitos que el nuevo caminante ha de saltar para lograr en primer término la voluntad del elector no chavista y para cuando lo disponga el CNE la de la mayoría de los venezolanos.
Aunque su partido postulante en gran parte ha sido la resultante de fusiones de grupos como Un Solo Pueblo, Izquierda Democrática, Polo Democrático y de dirigentes como Elías Matas proveniente de la Causa R y del propio William Barrientos del MAS. Aun así, esta candidatura no se perfila propiamente como de izquierda; y por este camino un tanto pedregoso estará obligado a transitar, una vez que en el Frente Progresista por el Cambio, organizaciones como PODEMOS y dirigentes de la influencia social como Henry Falcón, para asombro de propios y extraños en este nucleamiento izquierdista, han venido jugando posición adelantada con el otro gobernador aspirante al taburete presidencial.
Otros de los charquitos a brincar por parte del que le agarró el consejo a su antecesor, de insistir para su campaña en la “novedosa” idea de proponer la tarjeta Mi Negra; es el que le viene dado por la conformación de su heterogéneo bunker partidista. Omar Barboza, Pedro Pablo Alcántara y Timoteo Zambrano ex adecos de uña en el rabo; y Gerardo Blyde y Delsa Solórzano, originarios de Primero Justicia pudieran transformarse, unos en alambradas de púas y otros en puentes rotos.
En un escenario donde importan más las bases y las influencias sociales de esas organizaciones que las propias cúpulas de donde estos dirigentes se mudaron. Polarizará Pablo Pérez con el que desde hace rato encabeza las simpatías en el electorado que orbita alrededor de la MUD; y después de coronada su victoria interna, polarizará con el sólo bueno pá candidato de Miraflores. El tiempo lo dirá, pero aquí estamos obligados a recordarles que en las últimas elecciones presidenciales a Oswaldo Álvarez Paz, Arias Cárdenas y al mismísimo Manuel Rosales no le bastó con tener solamente Chinita, Puente y Lago.
zabala.douglas@gmail.com
analitica.com/
Avanza el cuadro electoral en la oposición y después de un forcejeo digno de las épicas de Zeus con uno de sus vástagos, entre rayos, truenos y centellas internas, este hombre que arrancó anunciando que camina y camina, por fin logró en su veloz carrera política imponerse como el precandidato de uno de los partidos creados al calor de la nueva República Bolivariana de Venezuela.
Erigirse como precandidato del partido fundado por el que a cada rato amenaza en “regresar” de su auto exilio no es cualquier minucia, sobretodo si se toma en cuenta que al lado de su fundador, activan Enrique Ochoa Antich, Gerardo Blyde, Alfonso Marquina, William Ojeda, Enrique Márquez, Delsa Solórzano, Liliana Hernández, Cesar Morillo, Luis Manuel Esculpi, Diego Bautista Urbaneja, Arístides Hospedales, Luis Emilio Rondón y Julio Montoya entre otros. Al margen de la impronta que le impone esta camada de dirigentes del mundo opositor; en las últimas elecciones parlamentarias, realizadas en septiembre de 2010, Un Nuevo Tiempo obtuvo 998.606 votos, resultados que lo ubican en el segundo partido venezolano más votado tras el oficialista PSUV, y a la vez lo convierte en el primer partido de la coalición opositora MUD.
Estas variables a simple vista dan como un hecho que la candidatura del novísimo partido de la democracia social, pudiera avanzar sin obstáculos hacia el día preestablecido en este proceso de primarias; pero no son poco los charquitos que el nuevo caminante ha de saltar para lograr en primer término la voluntad del elector no chavista y para cuando lo disponga el CNE la de la mayoría de los venezolanos.
Aunque su partido postulante en gran parte ha sido la resultante de fusiones de grupos como Un Solo Pueblo, Izquierda Democrática, Polo Democrático y de dirigentes como Elías Matas proveniente de la Causa R y del propio William Barrientos del MAS. Aun así, esta candidatura no se perfila propiamente como de izquierda; y por este camino un tanto pedregoso estará obligado a transitar, una vez que en el Frente Progresista por el Cambio, organizaciones como PODEMOS y dirigentes de la influencia social como Henry Falcón, para asombro de propios y extraños en este nucleamiento izquierdista, han venido jugando posición adelantada con el otro gobernador aspirante al taburete presidencial.
Otros de los charquitos a brincar por parte del que le agarró el consejo a su antecesor, de insistir para su campaña en la “novedosa” idea de proponer la tarjeta Mi Negra; es el que le viene dado por la conformación de su heterogéneo bunker partidista. Omar Barboza, Pedro Pablo Alcántara y Timoteo Zambrano ex adecos de uña en el rabo; y Gerardo Blyde y Delsa Solórzano, originarios de Primero Justicia pudieran transformarse, unos en alambradas de púas y otros en puentes rotos.
En un escenario donde importan más las bases y las influencias sociales de esas organizaciones que las propias cúpulas de donde estos dirigentes se mudaron. Polarizará Pablo Pérez con el que desde hace rato encabeza las simpatías en el electorado que orbita alrededor de la MUD; y después de coronada su victoria interna, polarizará con el sólo bueno pá candidato de Miraflores. El tiempo lo dirá, pero aquí estamos obligados a recordarles que en las últimas elecciones presidenciales a Oswaldo Álvarez Paz, Arias Cárdenas y al mismísimo Manuel Rosales no le bastó con tener solamente Chinita, Puente y Lago.
zabala.douglas@gmail.com
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