Datanalisis: Chavistas, opositores y ni-ni se dividen equitativamente

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Según Luís Vicente León, director de Datanálisis, actualmente el electorado se divide entre 31,5% que se autodefine como chavista, 32,4% que se dice neutral y 30,1% que se considera opositor. Esto se traduce una “desconexión popular evidente del presidente”, al punto que en la medición del mes de mayo 61% piensa que Chávez debe culminar su mandato en 2012 y sólo 36% asegura que votaría por su reelección. Los venezolanos tienden a valorar positivamente la gestión del presidente Chávez en las áreas de educación, distribución del agua potable y misiones.

Sin embargo, el descontento y la desaprobación imperan al calificar su gestión en electricidad, salud, vivienda, alimentos, situación económica, empleo, promoción de la inversión privada, combate a la corrupción y seguridad personal. No es de extrañar que al gobierno se le esté yendo la vida en promesas que apuntan a la solución del problema de la vivienda, la crisis eléctrica y la situación económica. Sabe que esos son sus principales puntos débiles, los que le están pasando factura a Chávez y su ineficaz socialismo y que se están traduciendo en pérdida de conexión popular. El problema puede estar en lo que, a priori, se ve que es imposible: cumplir a corto plazo con las promesas hechas. Probablemente el gobierno esté contando con que la simple promesa de construir dos millones de viviendas, acabar con el problema de la luz y hacer retroceder la inflación les baste para conseguir los votos suficientes para asegurarse seis años más en el poder.

Pero, por mucho que se crea en las promesas, la gente espera mucho más que eso, espera resultados que difícilmente llegarán. Con chavistas y opositores más o menos equilibrados en términos de cantidad, la balanza se decantará con el voto de nos neutrales y ese es el segmento el que deberá conquistar el que quiera ganar en 2012 ¿Se dejarán llevar los ni-ni por los cantos de sirena de Chávez o apostarán por un cambio?

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