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Heberto Díaz Oquendo
Analitica.com
La valiente decisión de congregarse en un gran movimiento democrático de unidad nacional, distintos partidos políticos, grupos de la sociedad civil organizada, individualidades y sociedad civil en general, para presentar un programa y un candidato presidencial unitario, confirma que las cosas no están bien en Venezuela; que existen razones superiores que nos obligan a darle un lugar especial a la tolerancia y al pluralismo para conformar una unidad efectiva y así ganar las elecciones presidenciales del año 2012.
El próximo año no va a ser un año electoral como cualquier otro y ganar las elecciones presidenciales sería el primer paso para llegar a la meta. Jugar en el tablero que presenta el régimen significa convalidarlo y legitimarlo; significa desvalorizar las elecciones presidenciales del 2012 y corremos el riesgo de poner al candidato que quiera el gobierno. De manera que aquí nos toca meter al país a jugar en el tablero democrático; orientarlo en la lucha, promover la suprema importancia de las elecciones del 2012, señalar las condiciones adversas y hostiles que vivimos y crear la atmósfera adecuada para identificar el perfil del líder que necesitamos para salir adelante.
La Mesa de la Unidad Democrática nace porque el gobierno amenaza con destruir la democracia. De eso se trata. Le corresponde a quienes tienen la responsabilidad de comunicarse masivamente con el país, no distorsionar el mensaje ni cambiar el objetivo principal de la unidad: Defender y concebir democracia; elegir al mejor candidato unitario; ganar unidos las elecciones y comenzar el camino hacia la democracia y la reconstrucción de Venezuela, con un gobierno de unidad nacional y necesariamente de transición.
Hasta la fecha existen varios precandidatos presidenciales en la MUD y todos buenos y con algo importante que ofrecerle al país. Sin embargo, existe el peligro de saturar la campaña con mensajes vacíos y de poco contenido y la amenaza de hacerle el juego al gobierno, con la descalificación a priori de unos y la promoción automática hacia otros, sin todavía haber conocido propuestas y programas. La ocasión es propicia para abrir un auténtico y sustancioso debate entres los distintos candidatos de la unidad democrática.
Nos estamos jugando el país y el futuro de las próximas generaciones. El asunto es serio. No tenemos espacio ni tiempo para las equivocaciones, ni para el ensayo y error; la sensatez obliga a darle a las próximas elecciones la trascendencia que tienen y no dejar que la empañen criterios frívolos y superficiales. La elección del candidato de la unidad debe elevarse a la categoría del gran venezolano para la transición hacia democracia, al gran proyecto de unidad nacional y al gran gobierno de coalición para superar la crisis
el mejor seria aquel que dijera que los ministros sean por eleccion popular la fiscal el defensor del pueblo los jueces los directores de los hospitales y aeropuertos el contralor etc con referendum obligatorios prohibiendo publicidad ya que generarian conflictos hacer la parte gremial mas importante en las toma de decisiones
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