Repartidos por toda la ciudad, los carritos de comida de Nueva York son tan conocidos como sus taxis amarillos o las luces de Times Square, pero en la cocina de estos restaurantes móviles se esconde una cruda realidad de precariedad laboral y administrativa.
Banca y Negocios / EFE
A pesar de trabajar entre 6 y 7 días a la semana con un ritmo laboral frenético durante gran parte de la jornada, este negocio no garantiza la autonomía financiera de sus comerciantes, puesto que las ganancias que una carreta acumula a lo largo del mes van más allá del dueño del carretón. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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