ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL
La comida escaseaba y los precios subían incontenibles, pero al mismo tiempo los rígidos controles estatales desaparecían de la vida de los soviéticos, los ciudadanos sentían que luego de tres cuartos de siglo podían expresarse libremente, recibir en su casa a un extranjero y burlarse del flamante Premio Nobel Mijail Gorbachov, cuya popularidad estaba por el piso luego de un vano intento por ensayar una transición hacia la economía de mercado, a la cual dio marcha atrás luego de deshacerse de los elementos progresistas de su gobierno y rodearse de la retrógrada nomenklatura que vendría por la revancha y daría un golpe de Estado nueve meses después. CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |
No hay comentarios:
Publicar un comentario