En una país donde todos sospechamos de todos, es conmovedor que todavía haya personas que no se han dejado arrastrar por esa ola de cinismo que nos arropa como sociedad
Carolina Jaimes Branger / La Verdad
Supe de la “cadena de favores” por un amigo. Me contó que un día su esposa lo llamó a la oficina para decirle que debían hacer un pago importante por unos servicios médicos. Un cliente que estaba sentado frente a él oyéndolo hablar sacó su chequera y le hizo un cheque por el monto que necesitaba. Él lo rechazó con amabilidad, explicándole que tenía manera de conseguir el dinero, pero el cliente le dijo: “por favor acéptalo. Esto es parte de una cadena de favores. No me lo vas a devolver a mí… lo vas a hacer por otro. No te imaginas la felicidad que eso te va a traer”. CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |
No hay comentarios:
Publicar un comentario