Fausto Masó / El Nacional
La oposición debe temer a la abstención, la abulia, la tontería, más que al propio Nicolás Maduro, que cava su tumba política con sus discursos, su gobierno. Pero tradicionalmente en una elección municipal disminuyen las razones para votar, solo que esta vez el 8D será un plebiscito en contra, o a favor, de Nicolás Maduro. Las ganas de quedarse en casa las refuerzan el mito de que los votos los engullen las máquinas de votar. No conocemos ni a un testigo de mesa que afirme que el conteo manual de las papeletas le haya arrojado un resultado distinto del que anunciaba la máquina.
Hay trampa en las elecciones, claro. Trampa en una competencia desigual que, sin embargo, no impidió que en la campaña de abril Capriles mejorara su votación un punto diariamente; previamente algunos le aconsejaban que no se “quemara” postulándose, porque era imposible, decían, evitar una derrota estruendosa en un país conmovido por las exequias de Chávez. Lea el Artículo Completo AQUI ...
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